El origen de nuestras bandas de música y de sus sociedades musicales', un artículo de Joaquín Grau Murcia

Compartimos el artículo del Coronel Músico Joaquín Grau Murcia, titulado "El origen de nuestras bandas de música y de sus sociedades musicales".

No se puede negar el papel que han tenido y tienen las bandas de música, en la difusión de este arte y en la educación y formación musical de cientos de miles de personas en los últimos 200 años. Del mismo modo, no es menor la importancia de las sociedades musicales en la gestión y administración de los recursos de aquellas, tanto humanos como materiales, tan necesarios para su subsistencia y desarrollo; escuelas de música, adquisición y mantenimiento de diverso material, creación de unos estatutos por los que regirse en sus actuaciones y convivencia etc.

Cuando se carecía de suficientes orquestas, son las bandas de música las que pusieron al alcance de las clases populares el noble arte de la música. El acceso, hasta hace poco tiempo, a las salas de concierto o a los teatros solo estaba reservada a unos pocos que poseían una condición social, económica y de residencia determinada.

Además de tan encomiable labor, estas agrupaciones instrumentales, asumían la tarea de impartir enseñanzas musicales entre la población a través de sus escuelas de música, cuyo fin era la formación de los futuros componentes de aquellas. Llegando a ser la mayor cantera, hasta el advenimiento y difusión en las últimas décadas de las escuelas y conservatorios de entidad pública o privada, de la mayoría de los instrumentistas de viento y percusión que se han dado en nuestro país durante las dos últimas centurias.

El fenómeno del origen de las actuales bandas de música, en cuanto a disposición instrumental, con la salvedad de la evolución que han sufrido con el devenir de los años, hay que situarlo a principios del siglo XIX, durante la guerra de la Independencia. Fueron las bandas de música de los ejércitos napoleónicos sus antecedentes. Estas agrupaciones instrumentales estaban compuestas de una sección de instrumentos de viento; Oboes, Flautas, Clarinetes, Trompetas, Cornetas, Trombones y Serpentones; y otra de percusión; Cajas, Tambores, Bombos y Platillos, estos dos últimos tomados de las bandas de guerra jenízaras del ejército otomano. Estos conjuntos nacieron, a su vez, en los días de la revolución francesa, finales del siglo XVIII. Época en la que se fomentaron con el fin de amenizar los grandes fastos de la joven república.

Como he mencionado, los regimientos de Infantería del ejército de Napoleón contaban con unas bandas de música con una estructura, en cuanto a composición de instrumentos, parecida a las actuales. Con el paso del tiempo desaparecieron algunos, se perfeccionaron otros y se incorporan otros nuevos; a mediados del siglo XIX, se integran las familias de los saxofones y saxhorns, (Fliscorno, Omnoven, Bombardino y Bajo) debidas al constructor belga Adolfo Sax, incorporación a mediados del pasado siglo de los instrumentos de cuerda frotada, Violoncelo y Contrabajo, con el fin de dulcificar y dar fluidez a las sonoridades del registro grave de la banda. La percusión, tanto determinada como indeterminada de origen oriental y afrocaribeño, se han ido añadiendo recientemente de manera significativa, con el fin de satisfacer la demanda de las composiciones musicales bandísticas contemporáneas.

Los regimientos de Infantería españoles tomaron como modelo de sus agrupaciones musicales, aquel que poseían los franceses y durante todo el siglo XIX fueron a la zaga, imitándoles en cuanto a su organización y uso.

No se limitaban estos conjuntos instrumentales militares a interpretar música marcial, sino que con la incorporación y perfeccionamiento de los instrumentos, más la calidad técnica y artística de sus componentes, hicieron que se lograra un nivel interpretativo más que notable que los hacían aptos para abordar otros tipos de repertorio; Sinfónico, Dramático etc. con el fin de amenizar los momentos de asueto, festivos y lúdicos de la tropa y con el tiempo, el de los lugareños de las localidades en los que estaban acantonados.

Umbigasto 1940

Pero no todas las poblaciones contaban con un regimiento que tuviera banda de música acuartelado en sus inmediaciones, del que se pudiera disponer para amenizar sus fiestas y momentos de ocio, o tener que depender de él, en el caso de que lo tuviera, para amenizar sus actos festivos y culturales. Estas circunstancias animaron a algunos vecinos aficionados a la música de ciertos lugares, a constituirse en agrupaciones musicales semejantes a las bandas de música militar en cuanto a estructura instrumental e incluso adoptando un tipo de vestimenta, vigente hasta hace unas décadas, inspirada en los uniformes militares. Una vez constituidas, algunas corporaciones municipales y otras instituciones de condición pública o privada, les prestaron su apoyo. Así es como vieron la luz la mayor parte de las bandas de música civiles municipales, tanto profesionales como amateurs.

Si a lo expuesto tenemos en cuenta que muchos de sus fundadores, directores y personal docente de sus escuelas, en el caso de las bandas de entidad privada, en sus comienzos han sido músicos retirados o en activo provenientes del ámbito militar, dan fe de de tal influencia.

La fundación de las primeras sociedades musicales, como instituciones legales dadas de alta en un registro civil, datan de la última década del siglo XIX y primeras del XX. El antecedente de aquellas es la existencia de una banda de música ya constituida de manera estable y la Ley de Asociaciones de 1887 del político y estadista español Francisco Silvela. Ley que amparaba aquellas asociaciones con fines políticos, religiosos, científicos, culturales, recreativos y aquellas con cualquier otro de índole lícito. Esta ley se promulgó en una época en la que se intentaba modernizar el país, a la vez que obligaba a las agrupaciones de personas a inscribirse en un registro público, con el fin de someterlas a un control policial, de modo que las que se consideraban ilícitas, eran disueltas y sus patrocinadores y administradores sancionados o condenados. Su promulgación fue consecuencia de la época tumultuosa en la que vio la luz; inicio y desarrollo de los nacionalismos, auge del anarquismo y su terrorismo, las guerras coloniales etc. De lo cual se deduce que la creación de las sociedades musicales de aquel entonces, no fue algo espontaneo y de libre iniciativa, sino mas bien, un imperativo legal.

JOAQUÍN GRAU MURCIA

Coronel Músico. Profesor de Grado Superior en Dirección de Orquesta, Composición, Pedagogía Musical y Bombardino. Académico de la Real Academia de Bellas Artes Sta. María de La Arrixaca de Murcia.

BIBLIOGRAFÍA

Historia de la Música Militar.  Ricardo Fernández de la Torre.  Ed. Ministerio de Defensa
Traité d´Instrumentation.  Gabriel Parés.  Ed. Henry Lemoine
Manual de Instrumentación de Banda.  José Franco Ribate.  Ed. Música Moderna
Derechomercantilespaña.org

Joaquin grau murcia

Joaquín Grau Murcia, natural de Bigastro (Alicante). Realiza sus estudios académicos en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Está en posesión de las titulaciones de Profesor de Grado Superior de las siguientes especialidades: Dirección de Orquesta, Armonía Contrapunto Composición e Instrumentación, Pedagogía Musical y Bombardino, así como la de Profesor de Grado Medio de Solfeo, Teoría de la Música, Repentización y Transposición.

En el año 1976 ingresa por oposición en la Escala de Suboficiales Músicos del Ejército de Tierra, habiendo ocupado destinos en las Unidades de Música de los extinguidos Ministerio del Ejército, Gobierno Militar de Valladolid y de la actual Academia de Infantería.

Por concurso oposición accede en 1989 a la Escala de Oficiales (especialidad Dirección) del Cuerpo de Músicas Militares. Como tal ha ejercido la dirección de las Unidades de Música del Gobierno Militar de La Coruña, de la Academia General Militar, del Tercio de Levante de Infantería de Marina y de la Escuela de Músicas Militares, centro de enseñanza militar donde se forman los futuros oficiales y suboficiales del Cuerpo de Músicas Militares.

Ha sido director de la banda y escuela de música de Torrijos, Toledo, y de la Coral Polifónica del Sporting Club Casino de la Coruña,

En calidad de invitado ha dirigido diversas agrupaciones musicales: Bandas Sinfónicas Municipales de: Alicante, Albacete. La Coruña Talavera; Orquesta de Cámara de Cartagena, Clásica de la Coruña, etc.

Es autor de diversas composiciones musicales, algunas de ellas galardonadas: Premio de Composición Musical de Pasodobles Taurinos Diputación de Alicante, Premio de Composición Musical de Marchas Procesionales Ciudad de Santander, San Fernando, etc.

Su labor de director y compositor se ha complementado en el campo de la docencia: Jefe del Departamento de Viento y Profesor de Contrapunto en el Estudio Profesional de Música J. R. Sta. María de Zaragoza, Profesor de Música para BUP, Profesor de Lenguaje Musical y Armonía en el Estudio de Base y Altos Estudios Musicales Alter Musici etc.

Ha formado parte en calidad de miembro de tribunal en diversos certámenes, concursos y oposiciones.

Es frecuente su colaboración en diversas publicaciones; revistas, libros, con artículos y capítulos sobre temas musicales, e impartido conferencias sobre el mismo asunto.

Académico de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia y Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

En la actualidad ostenta el empleo de Coronel del Cuerpo de Músicas Militares.

Fuente: Nuestras bandas de música