‘Reivindiquemos la música’, un artículo de David Pont Ripoll

 David Pont Ripoll

Compartimos el artículo del músico David Pont Ripoll, profesor de Trombón de la Banda Municipal de Valencia, titulado 'Reivindiquemos la música'.

Hemos sido muchos los músicos profesionales que hemos decidido salir a nuestro balcón todas las tardes.

Después del aplauso más que merecido a todo el personal sanitario, llega nuestro turno, el de la música. Nuestro momento de gloria, ése que llevamos todo el día esperando y preparando.

Puede parecer fácil salir al balcón de tu casa e interpretar un par de piezas distintas cada día, pero os podemos asegurar que no lo es,hay un gran trabajo de de preparación detrás de cada actuación.

Ninguno de los cientos de profesionales que salimos a diario lo habíamos hecho antes. Nunca habíamos hecho música en nuestro pequeño rinconcito. Nunca antes habíamos estado indagando tantas horas para poder encontrar un audio que nos sirva de acompañamiento para la interpretación de cada tarde.

Nunca antes habíamos colocado nuestro equipo de música en el balcón para que nos acompañara y de esta manera pode hacer las tardes más apacibles a nuestros vecinos.

Nunca antes habíamos hecho arreglos en una mañana para poder pasarlo al programa informático y que esa misma tarde fuera nuestro grupo de cámara preferido.

Nunca antes habíamos ofrecido sendos recitales sin hacer una prueba acústica en el lugar donde actuar.

Nunca antes habíamos estado un minuto antes de nuestra actuación sin poder calentar por tener que atender a tu hija o hijo.

En definitiva, nunca antes habíamos pasado por una situación similar para poder hacer lo que nos apasiona y lo que nos hace sentirnos más vivos que nunca, y no es otra cosa que poder compartir nuestra música con los demás.

Todo lo que estamos haciendo no es por otra cosa que por el hecho de compartir todo aquello que llevamos dentro.

No lo queremos para nosotros, sino más bien, lo queremos para todos vosotros, todo nuestro público, nuestro pilar fundamental de toda actuación en vivo.

Qué sería de nosotros, los músicos, sin un público a quien ofrecerle nuestro sentimiento, nuestra sensibilidad y en definitiva, nuestra intimidad.

Ya de por si nuestro trabajo es bastante solitario. Cuántas horas en cabinas de estudio de dos metros cuadrados, cuántas horas en garajes y en huertos al aire libre. Cuántas horas en habitaciones oscuras y cuántas horas en salas de ensayo vacías.

Cuanto sacrificio, cuanta inversión de tiempo, dinero, para poder compartir con nuestro querido público lo que nos hace más feliz que a nadie.

Son momentos muy duros para toda la sociedad, momentos de incertidumbre y de cambios constantes.

Por suerte para todos tenemos algo a que aferrarnos, siempre hay una esperanza por pequeña que sea para levantarte con ánimo y poder ver de nuevo el Sol cada mañana.

Esa esperanza a la cuál nos acogemos la mayoría de los eapañoles no es otra que la música. Por eso, los músicos y artistas en general hemos de estar orgullosos de que por fin la sociedad nos tenga en consideración y nos dé las gracias por lo que hacemos.

Ojalá la crisis del Covid 19 sirva para acabar con las dudas que tienen sobre la música en la educación y sobre algunos eatereotipos creados entorno a nuestra vocación- profesión.

Cuando salgamos de esta situación, que será más pronto que tarde, la sociedad tendrá claro que un músico no puede compaginar su carrera con otra a la vez, porqué si de verdad quieres ser un músico Integral las veinticuatro horas del dia se quedarán más que cortas.

Ojalá después de esto la ensañanza de la música en los colegios se adapte a los nuevos tiempos y nuestra clase política tenga en cuenta que las horas de música en el currículo de primaria y de secundaria son totalmente insuficientes.

Ojalá la gente no te diga por la calle a qué te dedicas aparte de la música.

Ojalá no te pregunten más si se puede vivir y pagar una hipotéca de la música.

Ojalá la gente pueda pagar por ver un concierto en directo, al igual que por ver un partido de futbol.

Ojalá la gente le de la misma importancia a la música después de salir de esta dichosa crisis.

La música que estamos ofreciendo en nuestros balcones ha sido el resultado de la espontaneidad y el carácter creativo de todos los músicos.

No tengas miedo en consumir música, no daña el medio ambiente, crea adicción pero no mata, te hace vivir con más ímpetu y con mayor pasión todos los momentos de tu vida.

La música nos hace más felices, porque despierta sentimientos en todo momento.

Por todo esto, la música no puede ser nunca más ninguneada por nada ni por nadie, de eso nos encargaremos los músicos de este gran país.

David Pont Ripoll,

26 abril 2020